martes, 26 de febrero de 2013

La crisis del liberalismo

José Gutiérrez Solana, Máscaras con burro, 1936

El liberalismo triunfó en fecha temprana en España en comparación con otros países, lo que explica la asunción de sus valores por buena parte de la sociedad. Hasta sus mismos opositores (tradicionalistas, marxistas y anarquistas) terminan por aceptar, de forma más o menos consciente, el ámbito referencial del sistema liberal (pluralismo ideológico, participación, elecciones, derechos individuales...).

Además, y desde la restauración borbónica, es un sistema civil que funciona y que ha superado el insurreccionismo y el intervencionismo militar que caracterizó el reinado de Isabel II y el Sexenio. Su fortaleza quedará probada cuando supere el Desastre de 1898, y mantenga en los años siguientes el crecimiento económico y cultural.

Pero la sociedad también es consciente de sus defectos, y especialmente de su carácter corrupto. A raíz del Desastre la idea del regeneracionismo se vuelve omnipresente, en todas las capas y grupos sociales. Es preciso sanar España: eliminar lo caduco, establecer innovaciones de todo tipo, con el objetivo de alcanzar a los idealizados países de nuestro entorno. En realidad esta crítica al liberalismo oligárquico también se produce en esta época en Gran Bretaña, Francia, Italia...

Inicialmente son los partidos dinásticos los responsables de promover las reformas, especialmente en el gobierno largo del conservador Maura (1907-1909), y en el del liberal Canalejas (1910-1912). Ambos procesos quedarán, lamentablemente, truncados: el primero por las consecuencias de la Semana Trágica (ruptura del turno de partidos y crisis "oriental" del rey), el segundo al ser asesinado por un anarquista. La modernización del sistema español no se completará de forma coherente, a pesar de lo cual se logrará una cierta integración en el sistema de nuevas fuerzas políticas: los catalanistas de la Lliga y los republicanos del partido reformista.

Pero el sistema, sus partidos y sus dirigentes siguen siendo débiles. Son incapaces de movilizar a la sociedad en un proyecto de cambio, en parte por la ausencia de auténticos partidos de masas. Por eso, el incremento de la conflictividad (la mencionada Semana Trágica de 1909, la guerra de África, la crisis global de 1917, la violenta lucha social de1918-23 y el Desastre de Annual en 1921) acabará provocando la caída del sistema de la Restauración y del propio liberalismo.

La dictadura del general Miguel Primo de Rivera nacerá como una breve solución de fuerza (se recuerdan las referencias de Costa a un cirujano de hierro) que se prolongará e institucionalizará progresivamente. Al principio gran parte de la sociedad recibe la nueva situación con una actitud entre el aplauso y la indiferencia. Resolverá numerosos problemas, pero creará otro nuevo: en sintonía con los nuevos aires que se extienden por Europa tras la primera guerra mundial, propondrá un régimen autoritario como alternativa al liberalismo.

Alfonso XIII (centro) con Primo de Rivera (izquierda) y los miembros del Directorio militar

Para las PAU corresponde preparar el tema 4. La dictadura de Primo de Rivera.

Bagaría, El Sol, 1 agosto de 1925

Sobre el examen de evaluación

1 tema extenso (no se elige; 60 %):
  1. El liberalismo (ideario y corrientes) y la oposición al mismo.
  2. El sexenio democrático.
  3. El sistema político de la Restauración y los elementos opositores al mismo.
  4. La dictadura de Primo de Rivera
1 comentario de texto + pregunta (no se elige; 30 %):
  1. La sociedad del siglo XIX.
  2. Las desamortizaciones.
  3. La revolución industrial.
  4. Los orígenes del movimiento obrero.
  5. La crisis de 1898.
  6. Intentos modernizadores del sistema de la Restauración: Maura y Canalejas.
  7. Las crisis del sistema durante el reinado de Alfonso XIII: la Semana Trágica (1909), la crisis de 1917, la conflictividad social (1918-23) y el Desastre de Annual (1921)
1 pregunta breve: (se elige entre tres; 10 %):
Identificar un personaje, institución, acontecimiento o fenómeno...

José Gutiérrez Solana, El cartel del crimen, 1920

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